En la nevera siempre tengo hojaldre refrigerado, porque es realmente agradecido, cualquier relleno que hagas con él.
La primera vez que lo cociné, fue gracias a Karlos Arguiñano, y de eso han pasado más de 20 años, antes sólo lo encontraba en el congelador de los supermercados, claro que eran otros tiempos!!, si me perdía el programa que hacía al día siguiente lo publicaban en el periódico. El auténtico cambio no ha sido que el hojaldre lo encontremos ahora en el refrigerador, sino que si me pierdo el programa, lo puede ver
en el ordenador, es increible!
Esta vez lo hice con restos que había en la nevera, un poco de jamón dulce y queso
y ponemos en el horno, yo lo pongo a calentar primero arriba y abajo,
cuando pongo el hojaldre quito la resistencia de arriba, y cuando veo que empieza a subir, pongo la resistencia de arriba. Es importante hacerlo, porque sino también suben, pero con menos gracia.
