martes, 11 de julio de 2017

golosinas, pensando en ti George





Poema Golosinas


Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora…
Me siento como aquel niño que ganó un paquete de dulces: los primeros los comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocos, comenzó a saborearlos profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, donde discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.
Ya no tengo tiempo para soportar a personas absurdas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.
No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.
No tolero a los manipuladores y oportunistas.
Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.
Las personas no discuten contenidos, apenas títulos.
Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.
Quiero la esencia, mi alma tiene prisa…
Sin muchos dulces en el paquete…
Quiero vivir al lado de gente humana,…muy humana.
Que sepa reír de sus errores.
Que no se envanezca con sus triunfos.
Que no se considere electa, antes de la hora.
Que no huya de sus responsabilidades.
Que defienda la dignidad humana.
Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.
Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de la personas…
Gente a quienes los golpes duros de la vida, le enseñaron a crecer con toques suaves en el alma.
Sí…
Tengo prisa…por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar.
Pretendo no desperdiciar parte alguna de los dulces que me quedan…
Estoy seguro que serán más exquisitos que los que hasta ahora he comido.
Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.
Tenemos dos vidas y, la segunda comienza cuando te das cuenta que sólo tienes una…
– Mario de Andrade (1893-1945) –


Mi querido George,

a la pena, no hay que alimentarla, porque nos coge cariño,
como un perro abandonado, al que le das unas migajas y de ti ya no se separa.
Lo siento, ha sido esa Voll-Damm :(
no debí abrirla,
no sólo abrí la lata, si no la puerta de los recuerdos
y no sabes cuanto te añoro, mi amigo incondicional,
eres la persona más rápida en responder una perdida,

Hace un año, que no hablo con tu hija,
me dolió su discurso en tu funeral :(
ya la he perdonado y a mi, por ir siempre con prisas
y nuestra última comida, dejarte sentado en la mesa,
no sabía que iba a ser la última :( 

Han pasado tantas cosas, desde que dejaste esta absurda vida,
fíjate, que mi psiquiatra y mi psicóloga, cuando vieron desgarrado 
mi corazón, me dijeron, nunca nos habías hablado de él.

Y es que cuando vas a contar las penas, hablas de eso, de penas
y tú formabas parte de las alegrías,
Así que voy a respirar, y volver al campo de batalla,
hoy tengo tocado el corazón,
éste poema me llegó por wassap, ya te lo habría enviado,
pero sé que tú saboreaste todos tus caramelos, 
ese es el consuelo que me queda.

Sigue navegando por el espacio,
sin dolor, sin pena,
los que te conocimos, no te olvidamos.